EXCELSA JOYA DE LA CORONA MUSICAL ANTILLANA
De la política (1924) a la política (1959), aun hoy. La pléyade de músicos
y cantantes que entusiasmaron al Continente. Celia, “la reina de la salsa”,
cuando salió de Cuba. 149 discos y la mayor referenciación de música antillana.
Records Guinness por su antigüedad.
Por Carlos Ramos Maldonado
Cuando el general Gerardo Machado, uno de los comandantes
de la guerra de la independencia de Cuba contra España, aspiraba a la presidencia
desde 1923 por la tendencia socialdemócrata (que a la postre ganó), le metió en
Matanzas música a su campaña para amenizar reuniones y mítines, pues sus ideas
eran contrarias al expresidente conservador reeleccionista, aliado este de
Estados Unidos en defensa la Enmienda Platt (que autorizaba la invasión a “su
patio trasero” –doctrina Monroe- ante cualquier inestabilidad política).
Entonces, en la
ciudad de Matanzas, entre las calles Jovellanos y Ayuntamiento, quedaba el
callejón Salamanca número 41, frente a los baños La Americana, en la plazoleta
Ojo de Agua; y allí, en la casa de Valentín Cané, un grupo de entusiastas dirigentes
del partido local le solicitaron al músico que organizara un conjunto para
acompañar la agenda pública del candidato en la ciudad, así que este se ideó un
sexteto de jóvenes que habían estado ensayando sones, guarachas y rumbas en el
barrio.
Se hicieron llamar Tuna Liberal y era un sexteto con
más integrantes en el que prevalecían las guitarras acústicas, con los
siguientes músicos: Domingo Medina, primera guitarra; José Manuel Valera,
segunda guitarra; Julio Govín, tercera guitarra; Juan Bautista Llopis, cuarta
guitarra; Pablo Vásquez “Babú”, contrabajo; Manuel Sánchez “Jimagua”,
timbalitos; Ismael Governa, trompeta; Eugenio Pérez, cantante, y Valentín Cané,
tres, coro y dirección.
Pasadas las elecciones se hicieron llamar Sexteto
Soprano (a veces, aparece Septeto en los registros), pero cuando el cabecilla
del conjunto yurumino (otro gentilicio de matancero) imprimió las primeras
tarjetas de presentación en 1926 decía: “Estudiantina Matancera – Director
Valentín Cané”, se disgustaron los demás integrantes que también pretendían
créditos y armaron un mitin. Entonces, el líder ripostó: “Bueno, muchachos,
este conjunto es mío y, por lo tanto, ya que ustedes no están de acuerdo, los
despido para que tengan la libertad de hacer sus propios grupos”.
Pero la disidencia no duró mucho, pues el mercado
musical era escaso en la Isla por la desconfianza social extranjera ante un
encubierto bloqueo comercial de Estados Unidos que pretendía tumbar la señalada
dictadura de Machado (la crisis provocó una migración masiva especialmente
hacia Nueva York, cuando, por primera vez, el son se fue de Cuba), y en
competencias artísticas similar en Matanzas apenas estaban la Lira Matancera y
la Gloria Matancera. Aunque cuando, en 1927, regresaron los fundadores de la
Tuna Liberal ya el director había integrado a Rogelio Martínez “El gallego”,
para el canto y las claves, y a Carlos “Caíto” Díaz Alonso, en las maracas y el
coro; después, José Chávez “Manteca”, en los timbales, y Calixto Licea, en la
trompeta. Fue cuando, con el nombre de Estudiantina Sonora Matancera (con un
formato avanzado a orquesta), se mudan para La Habana donde se ponen en
contacto con la disquera RCA Víctor y hacen su primera grabación en formato 78
rpm el 12 de enero de 1928: “Fuera, fuera, Chino”, de José Manuel Valera, y “El
porqué de tus ojos”, del mismo Valentín Cané.
Escuchar “El porqué de tus
ojos”: https://n9.cl/qbhvu
Y con
el nombre ya definitivo de Conjunto Sonora Matancera, al año siguiente, comienzan
sus trasmisiones en vivo por la recién creada radioemisora El Progreso Cubano
(después Radio Progreso), donde el radioperador y brujo de
la consola Medardo Montero diseñó con guante de seda un sonido espectacular
para cada tema musical.
La época dorada de la decana de la música isleña
En
esta situación evolutiva de la música cubana en los años 30, concéntrica,
fusional y menos provincial, el conjunto matancero crece en integrantes e
instrumentación hacia lo orquestal, combinando ritmos y aires melódicos
periféricos (como el danzón, el chachachá, el montuno y la guaracha) y foráneos
(extraídos del jazz) con acordes casi mágicos para hacerse más universal, lo
que induce a su CEO Valentín Cané a modificar el nombre: Sonora Matancera, “Desde
Cuba, directo a tu corazón”, con el ánimo de internacionalizarse, así sea
primero desde el disco acetato, la reciente televisión a blanco y negro, y las poderosas
señales hertzianas de Radio Progreso y Emisora CMQ, que en onda corta cubrían
todo el Caribe insular y continental, México y Estados Unidos, y llegaba a
todos los radios, radiolas y traganíquel de los rincones del Continente.
En
este nuevo ciclo ingresan Pedro Knight con otra
trompera, “Yiyo” Furias en la tumbadora, más el piano con la presencia
del “hombre foca” Dámaso Pérez Prado, también de Matanzas, quien tenía en su
valija un género musical maquillado por él mismo y retomado de los hermanos Israel Cachao y Orestes
López, quienes lo mezclaron del danzón, aires afros y el swing gringo, es
decir, hicieron una salsa: “Mambo, qué rico el mambo”.
El borinqueño Daniel Santos, posteriormente, lo
interpretó de su propia inspiración y la del arreglista Julio Blanco Leonard,
“El mambo es universal”: https://n9.cl/5xjsq
Y hubo más cambios, ingresos y grabaciones:
En 1942, por deficiencias de salud, Valentín Cané
entrega la dirección a Rogelio Martínez, aunque sigue administrando la empresa
artística hasta su muerte en 1956.
De los artistas clásicos (primera selección
panamericana de reconocidos músicos, compositores y cantantes) podemos
mencionar, sin contar línea de tiempo y por fuera de los ya referidos o de la
foto de arriba, entre otros, a los siguientes: Severino Ramos, pianista y
arreglista; Alfredito y Vicentico Valdés, Laíto Sureda, Bienvenido Granda,
Rolando Laserie, Justo Betancur, Orlando Contreras, Roberto Torres e Israel Del
Pino, cantantes; Pablo Cairo, compositor de caché; “Chocolate” Armenteros,
trompetista; la guarachera Celia Cruz, Olga Chorens (cumpliría 100 años de
nacida el 7 de febrero) y Caridad Cuervo, cantantes; el también centenario
Celio González (el 29 de enero cumpliría 100 años de nacido), cantante; los también
vocalistas Alberto Beltrán, dominicano; Nat King Cole, de Estados Unidos; los
argentinos Israel Vitensztein, conocido como Carlos Argentino, y Leo Marini; El “Pollo”
Rebolero Nelson Pinedo y Tito Cortés, colombianos; los también borinqueños
“Yayo” el Indio, Ismael Miranda, Adalberto Santiago, Nelson Feliciano, Willy
Rodríguez, Bobby Capó, Carmen Delia Dipiní y Myrta Silva; la mexicana Toña la Negra; Víctor
Piñero, de Venezuela; el panameño “Azuquita”, y otra colombiana cartagenera:
Gladys Julio. Más el dominicano “Chiripa”, quien reemplazó en su momento a
Pedro Knight, esposo entonces de Celia Cruz.
Escuchar “La número 100”, del compositor Adrián Pérez,
interpretado por Alberto Beltrán: https://n9.cl/qv1b4
Con el staff de la década del 50 batieron el record
de grabaciones y ventas en Latinoamérica, recorrieron la Isla y salieron del
país en gira musical, especialmente Suramérica y México, consagrándose en los
principales escenarios abiertos y cerrados del espectáculo musical.
En 1954, visitan la Costa Caribe colombiana para los
carnavales, con presentaciones, además, en Cartagena y Santa Marta. Vinieron
todas las estrellas, además de Celia Cruz y Alberto Beltrán, Gladys Julio y
Nelson Pinedo, quien interpretó magistralmente los temas grabados por la
agrupación yurumina en años anteriores: “Micaela”, del barranquillero Luis
Carlos Meyer; “Momposina”, de José Barros; “El pregón del enyucao”, de Antonio
Saladén; “El Ermitaño”, de Rafael Escalona, y “Me voy pa´La Habana”, de José
María Peñaranda.
Escuchar “Me voy pa´La Habana”, con Nelson Pinedo: https://n9.cl/2rg4p
La “Reina
Rumba”, cuando el son salió de Cuba
Cuando el primero de enero de 1959 el ejército rebelde
de Sierra Maestra se tomó a La Habana, muchos “gringos” (Green go, ¡va el verde!:
los marines) salieron despavoridos del territorio ante la amenaza comunista y,
con ellos, la diáspora musical, cuyos resultados fueron reconocidos después
como movimiento cultural “salsa” concentrado en la “Babel de Hierro”, Nueva
York, y que incluye también aportes de Puerto Rico, República Dominicana,
México, Venezuela, Panamá, Perú y Colombia, más el emprendimiento judío.
En
Cuba, los artistas y su obra quedaron bajo el control del Estado Socialista y
su empresa oficial de grabaciones y ediciones musicales EGREM. El
gobierno de Castro abolió las leyes que amparaban los derechos de autor,
clausuró muchos de los locales donde la música popular acostumbraba ser
escuchada (como los Clubes Nocturnos o Night Clubs), así que indirectamente
dejó a muchos artistas fuera de sus fuentes de trabajo. Esto produjo, sin
dudas, un efecto nocivo en la evolución de la danza y la música popular.
El primero que salió de la Sonora Matancera, con
mucha nostalgia, fue Celio González, quien al regresar de una gira del exterior
en 1959 encontró que le iban a confiscar todos sus bienes, igual que a otros
artistas, por lo que apresuradamente con su familia se embarca a México para
nunca regresar, y detrás de él otra vez el son se va de Cuba.
El 15 de junio de 1960 la agrupación completa sale a
cumplir un jugoso contrato en México, con tiquetes de retorno, pero el único
que había preparado sigilosamente el exilio era el director Rogelio Martínez, quedándose
solamente el percusionista Simón Mínimo; hasta Celia Cruz, cuya madre padecía
cáncer, pensaba volver, pues en la isla de azúcar había dejado su vida y su
amor, como reza la canción del cantautor Luis Aguilé, que ella magistralmente,
con el sentimiento desbordado y el corazón en las manos, interpretó:
“Nunca
podré morirme
Mi corazón no lo tengo aquí
Allí me está esperando
Me está aguardando que vuelva allí
Cuando
salí de Cuba
Dejé mi vida, dejé mi amor
Cuando salí de Cuba
Dejé enterrado mi corazón…”
Escuchar la canción completa: https://n9.cl/3cbz3
Comienza ahora el peregrinaje exitoso de la Sonora
Matancera por el Continente y más allá de los océanos, y grabaciones propias y
con artistas invitados (ya mencionados arriba) en México, Estados Unidos y en
otras partes de Latinoamérica.
En los carnavales de Barranquilla de 1970 son el
furor de la Ciudad y ganan el Congo de Oro.
Omaira Borrás, reconocida cantante y presidenta actual
de Sintramucol (el sindicato de trabajadores de la música de Colombia,
creadores efectivos del Festival de Orquesta en 1965), comentó, cuando la
abordamos, al respecto de este evento en el Coliseo Cubierto ante cinco mil
personas que “recuerdo, por mi entorno familiar de músicos, que Rogelio se
reunió con el Tigre García y el manco Pérez, para adaptar de manera híbrida
algunos acordes propios de la música de Pacho Galán, y el ensayo resultó”.
El primero de junio de 1989 en la sala de conciertos
Carnegie Hall de Nueva York, para tres mil personas exclusivas, y dos días
después en el Central Park (uno de los parques urbanos más grandes del mundo,
con capacidad para más de 500 mil personas en concierto) realizan espectáculos históricos
para celebrar los 65 años de la Sonora Matancera. Allí se concentran Daniel
Santos, Bobby Capó, Albertico Pérez, Carlos Argentino, Leo Marini, Albert
Beltrán, ‘Caíto’, Yayo ‘el Indio’, ‘Papaíto’, Nelson Pinedo y Vicentico Valdés.
También participaron Calixto Leicea, Javier Vásquez, Welfo Gutiérrez, Roberto
Torres, Alberto Valdés, Elpidio Vásquez y Joe Quijano, bajo la batuta de Rogelio
Martínez.
Disfruta
del Concierto en vivo de la Sonora Matancera desde Central Park en la Ciudad de
New York: https://n9.cl/2uj27
De nueva York salen para Cali, la capital suramericana de la salsa, y
ratifican la preferencia musical de los colombianos, donde impera el género
antillano y se crean agrupaciones que replican al conjunto cubano: Sonora
Cabeza de Nido, Sonora del Caribe (con la que Daniel santos grabó “El 5 y 6”),
Sonora Dinamita, Sonora Sensación y Alquimia, entre los más exitosos, sin
contar la Sonora Curro, con otro estilo.
Escuchar canción “El 5 y 6”: https://n9.cl/dajgem
El 13 de mayo de 2001 falleció el segundo director, Rogelio
Martínez, a los 95 años de edad, y se presumía
que la Sonora Matancera llegaría a su fin.
¡The King is dead, long live the King! El espectáculo continúa
La expresión “A rey muerto, rey puesto” viene de una tradición de la
nobleza europea para garantizar la continuidad de la dinastía y evitar
sublevaciones por el poder. Lo que no sucedió con el conjunto matancero, pues el
trono es ancestral yurumino:
En acuerdo con Rogelio Martínez Jr., el pianista y
arreglista del conjunto orquestal Javier Vásquez Lauzurica, hijo del cofundador
“Babú” y hermano del bajista Elpidio Vásquez, asume la dirección y fija la
residencia en Las Vegas, Nevada: “Hay Sonora pa´rato”, ¡El espectáculo
continúa!
La agrupación, para grabar en el 2009, conforma los
siguientes integrantes: Idalberto Perdomo, en la paila; Federico Medina y Ángel
“Fello” García, en las trompetas; Rafael Sánchez, en el bajo; Edgar López, en
los timbales; Pedro “Chiqui” García, en la conga; cantando el boricua Darío
Rosado, la cubana María Elena Reveles y la mexicana Nereida Elizondo. Javier
Vásquez asume el piano y la dirección.
El 26 de enero del año 2020 se presentan ante más de
tres mil espectadores en el Teatro Metropólitan, de Ciudad de México, con un
éxito rotundo, para iniciar la preparación del centenario. Y preparan otra gira
por el Continente este año, con innovaciones melódicas y un frente renovado
conformado por Andrés Atxury, Balbino González, Joshua MT, Lisett Morales y el
colombiano Sady Ramírez. El productor, Mauricio Silva, quien dirige la agenda
musical (ya que el director Javier Vásquez, casi nonagenario, delegó esa
función), en entrevista con Infobae.com ha manifestado que en esta nueva
generación incluyen toques de ritmos urbanos para estar al día con lo que la
gente va pidiendo en la actualidad, pero apenas la gente escuche las trompetas,
sabrá que se trata de la Sonora, porque mantenemos la esencia de antaño, de lo
que somos.
Pero, aunque quisieran regresar a Cuba para beber de
la fuente yurumina con azúcar original, ahora es el bloqueo yanqui lo que les
impide un trámite fácil; sin embargo, soñar no cuesta nada.
Hasta
ahora, la sonora es la agrupación Records Guinness más antigua de las
existentes en el mundo, en promedio con 150 grabaciones en acetato y CDs, 49
cantantes titulares y participación en doce películas, mínimo. Además, mantiene
el record de la mayor referenciación de disco y bibliográfica de América
Latina.
Textos recomendados sobre la Sonora Matancera:
“Sonora matancera y su largo camino hacia la salsa”,
https://n9.cl/9r4hw
Segunda parte: Cantantes y discografía: https://n9.cl/20zj0
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